El relleno de Humedales. El común denominador de la expansión urbana y el interés inmobiliario en el Gran Concepción.

Compartimos el artículo «El relleno de humedales. El común denominador de la expansión urbana y el interés inmobiliario en el Gran Concepción», aparecido en la segunda edición de la revista Mingako.

Esta vez, la revista ha abordado las diversas problemáticas y conflictos generados en torno a la defensa del agua en los distintos puntos de la región chilena, y como diversos movimientos sociales se han ido organizado y coordinado para defender el territorio ante el avance del progreso capitalista, de su extractivismo y su falsa prosperidad.

Link: https://revistamingako.wordpress.com/2016/02/19/revista-mingako-n2-verano-2016/

Rellenos de Humedales en Mingako

 

EL RELLENO DE HUMEDALES. El común denominador de la expansión urbana y el interés inmobiliario en el Gran Concepción.

No sorprende que en las últimas semanas se haya hecho conocida la noticia de que Chile ha superado su capacidad de renovación ecológica para el 2015 y que haya entrado en un “sobregiro” de sus recursos naturales, rompiendo con esto el delicado equilibrio entre lo que se “consume” y lo que se demoran en regenerar dichos recursos[1]. Tampoco sorprende que el Gran Concepción haya sido declarado como Zona de Saturación Medioambiental, según los parámetros que posee el Estado chileno para determinar el nivel de material particulado en las diez comunas[2] que conforman el Concepción Metropolitano[3].

Ya la degradación medioambiental no nos sorprende bajo este modelo sustentado bajo las premisas de un extractivismo sin ataduras, pues la alteración biológica está alcanzando ya límites de no retorno y los proyectos termoeléctricos y forestales suman y siguen.

Sin embargo, nos gustaría detenernos en una problemática que muchas veces no se le toma en cuenta a la hora de abordar los temas relacionados con la defensa de nuestros territorios, por el valor que representan y por el interés creado puesto en su destrucción.

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Los humedales son sistemas fronterizos y de transición entre ambientes terrestres típicos y acuáticos profundos (lagos y mares) o de aguas fluyentes (ríos)[4], generando un ambiente propicio para la formación de ecosistemas híbridos únicos en el planeta. En el Gran Concepción contamos con cerca de las tres cuartas partes del total de humedales de la región, esto porque el Valle de la Mocha (valle penquista) además de estar formado por el rio Biobío y el rio Andalién, la ciudad misma está asentada sobre el antiguo cauce del rio que le da nombre a la región. Es decir, somos una ciudad construida sobre humedales[5]. No obstante, dicha conexión no ha hecho que nos relacionemos de forma armónica con estos verdaderos nichos de biodiversidad, sino por el contrario, los rellenos de los humedales han significado que éstos hayan retrocedido en un periodo no mayor a tres décadas cerca de un 25% de su total dimensión y en algunos casos ha significado su total desaparición.

Los humedales no solo son entornos de conservación y reservorio de la diversidad biológica, albergando especies endémicas de reptiles, anfibios, peces y aves residentes, estacionales y migratorias. También cuentan con una serie de beneficios sociambientales, como la de ser depuradores del agua, creadores del oxígeno que respiramos (incluso más que los propios bosques), reguladores de la temperatura (evitando así las denominadas “islas de calor”) y por sobre todo, actuar como verdaderas esponjas naturales a la hora de absorber las aguas lluvias de invierno[6].

A pesar de esto, los constantes rellenos han reconfigurado la fisonomía de los humedales urbanos de las intercomuna, generando en ellos ecosistemas fragmentados, aislados y de muy baja conectividad entre ellos (pues forman una verdadera red que atraviesa todo el ex cauce del Biobío hasta la bahía). Estos rellenos no solo dañan los ciclos hidrológicos del lugar, el equilibrio ecológico y disminuyen las funciones sociambientales de estos, sino que también generan graves problemas de socavamientos y de licuefacción a quienes habitan en ellos.

Esto se debe principalmente a la baja -o nula- intención que tiene los gobiernos de turno de preservar estos entornos naturales, pues la lógica de crecimiento urbano privilegia el interés de expansión del gran empresariado inmobiliario -que ve estas zonas como potenciales sitios para la especulación-, más que el interés puesto en salvaguardar el medioambiente y con ello, las funciones sociales que brindan a las comunidades aledañas.

Los humedales deben dejar de ser fuente de ingresos para el capital inmobiliario y para el interés municipal en estos espacios cada vez más privatizados. Debemos frenar la sed que tiene los inversionistas de apropiarse de estos entornos naturales sin mediar las consecuencias sociosambientales que representan su deterioro y destrucción. Debemos frenar el avance inmobiliario sobre los humedales, aprender a conocerlos y comenzar a relacionarnos con ellos de la misma forma que ellos lo hacen todos los días con nosotros y nosotras.

La organización por la defensa de los territorios se ha venido manifestando a lo largo y ancho del territorio, y la recuperación de estos espacios, cada día más sujeto al interés creado de políticos y empresarios, se encuentra en medio del debate de las organizaciones de base. No solo por proteger el medioambiente como tal, sino por el derecho de poder decidir sobre el espacio que habitamos y construir desde las propias comunidades organizadas el entorno en el cual queremos vivir.

Grupo Anarquista Novena Ola

[1] http://www.emol.com/noticias/Tecnologia/2015/11/28/761415/Chile-entra-hoy-en-sobregiro-ecologico-Agoto-todos-los-recursos-naturales-de-2015.html

[2] Fe de erratas: once comunas: Tomé, Penco, Talcahuano, Hualpén, Concepción, Chiguayante, Hualqui, San Pedro de La Paz, Coronel, Lota y Santa Juana.

[3] http://portal.mma.gob.cl/ministerio-de-medio-ambiente-declara-zona-saturada-a-gran-concepcion-y-elaborara-plan-de-descontaminacion/

[4] Diagnóstico y propuesta para la conservación y uso sustentable de los humedales lacustres y urbanos principales de la región del BIOBÍO. p 2 en: http://www.arquitectosdeconcepcion.cl/wp-content/uploads/2015/03/EULA-2011-DIAGNOSTICO-CONSERVACION-HUMEDALES.pdf

[5] Véase el documental “Piso Flotante. Humedales bajo la Ciudad” en: https://www.youtube.com/watch?v=-RmfXUHKd0o

[6] Con las lluvias del año 2006 y producto de los rellenos generados en el rio Andalien y en el estero Nonguén, gran parte del sector Collao terminó inundado. La misma suerte corrió el sector de Michaihue y Boca sur con el relleno del humedal Los Batros cuando el invierno golpeó ese mismo año. Otro caso se vivió para el terremoto-tsunami del año 2010 en Las Salinas – Talcahuano, inundado viviendas en un terreno que históricamente había sido ocupado por el marisma Rocuant-Andalien.

 

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